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Los últimos días están siendo una auténtica locura en cualquier hogar español. Padres y madres que, en apenas pocas semanas, se han convertido en verdaderos expertos en Lengua, Matemáticas e Idiomas. «Estoy aprendiendo mucho más que cuando yo fui al colegio», le confesaba en consulta el otro día una madre a Carla A. Carvalho Gómez, psicóloga general sanitaria con formación específica en Neuropsicología y fundadora del portal Hablemos de Neurociencia. Esta experta quiere lanzar un mensaje de esperanza: «Papás y mamás, no estáis solos».
Pero, ¿qué está suponiendo este cambio radical en la forma de aprender de niños y niñas? ¿está siendo todo tan fácil como parece?
Durante los últimos días he podido hablar con algunos padres cuyos hijos acuden a diferentes colegios del territorio español y, aunque las opiniones y comentarios son diversos, todos parecen coincidir en un mismo pensamiento: la cantidad abrumadora de deberes y actividades que tienen planteados los niños y niñas en su horario semanal, y lo complicado que les está resultando en muchos casos compaginarlo con sus trabajos.
¿Cómo afrontan esta situación los menores?
La verdad es que los niños durante la cuarentena se están convirtiendo en verdaderos superhéroes y heroínas. No están demostrando a los adultos una entereza realmente admirable, lo cual está facilitando aún más la situación. Pero a pesar de esto ellos mismos, en determinados momentos, se ven desbordados.
Algunos padres, incluso, confiesan que sus hijos e hijas están sufriendo periodos de ansiedad como consecuencia de la situación. «En ocasiones nos dan las ocho de la tarde y aún ni si quiera hemos terminado los deberes. Por supuesto, quiero que aprenda, pero no acosta de su salud ni la mía, porque para mi esto también está siendo un gran desafío. En ocasiones me escondo en el baño para aprender antes la lección y luego poder enseñársela», nos han llegado a reconocer en consulta.
Muchas de estas familias nos han revelado también que tratan de hacer lo que pueden pero siempre, pensando en los mejor para sus hijos. «Lo último que queremos es que manifieste una conducta de rechazo hacia el colegio, por eso cuando vemos que no puede más lo dejamos, da igual si hemos terminado o no las actividadeas». Lo cual nos parece razonable.
¿Qué consecuencias puede tener esta situación si se prolonga?
Las consecuencias derivadas de esta situación pueden ser múltiples y variadas dependiendo, por supuesto, de las circunstancias personales de cada familia en general y cada niño en particular. Pero entre los efectos adversos más comunes podemos encontrar:
Aversión hacía el colegio
Algunos niños empiezan a manifestar actitudes negativas hacía el colegio y todo lo relacionado con este contexto. Debemos tener mucho cuidado, pues los más pequeños de la casa pueden llegar a interpretar la situación como una forma de castigo.
Estrés y crisis de ansiedad
Algunos menores empiezan a sentirse desbordados. Deberes y actividades sin acabar, exámenes sin tener claro conceptos y un largo etcétera que está provocando en algunos niños episodios de estrés y ansiedad. ¿En qué se traduce todo esto? Llantos sin motivo aparente, mayor irritabilidad, peleas entre hermanos, etc.
Trastornos del sueño
Algunos padres manifiestan también que han notado que en los últimos días el sueño de sus hijos ha cambiado. «Tiene pesadillas constantemente e incluso ha comenzado a meterse en nuestra cama a mitad de la noche», nos aseguran.
¿Y qué pasa con los padres? Se está hablando mucho de los profesores, y de los niños, pero poco de los progenitores.
Los padres intentan mantenerse firmes durante la situación. Sin embargo, ellos mismos también de vez en cuando se vienen abajo. Un gran porcentaje están teletrabajo con lo cual agrava aún más la situación. Mientras atienden llamadas, correos y cocinan tienen que estar pendientes de que sus hijos no pierdan el curso, contestando a todas aquellas dudas acerca de las tareas escolares que puedan surgir. Hoy más que nunca el término multitarea está cobrando sentido en los hogares españoles, y no todo el mundo lo está viviendo de la misma forma.
La situación no es tan fácil como parece a priori para algunas familias.
Nos gustaría contestar que sí pero la verdad es que en éstos últimos días, cuarenta y tantos días confinados, muchos se están empezando a ver afectados de la situación. Nos consta que las peleas entre parejas se han disparado y cada vez escuchamos más frases como esta: «No hay día en casa que no nos peleamos para ver quién se debe encargar de qué». El coronavirus ha aumentado las diferentes discusiones en el contexto familiar. Como se puede ver, nadie está a salvo. Incluso, me atrevería a decir que la situación se agrava en los casos de niños con necesidades educativas especiales.
¿Usted cree que en este momento se están teniendo en cuenta las necesidades de las familias?
Creo que es el momento de que entre todos hagamos un balance de la situación prestando atención a las necesidades de los niños, los padres y, por supuesto, los maestros; quienes sin duda están haciendo un trabajo admirable con los medios de los que disponen. Es hora de trabajar conjuntamente familias y escuela para evitar, en la medida de lo posible, las consecuencias adversas de esta situación. Es el momento de no echar la vista a un lado y trabajar en pro del bien de estos niños. Ellos son el futuro, nuestro futuro.
S.F
Fotografía: Unsplash