Los alumnos también son víctimas del conocido síndrome postvacacional al que este año se añade la incertidumbre por un comienzo de curso atípico al que se suma llevar varios meses alejados de las aulas por la pandemia
Faltan pocos días para una vuelta al cole marcada por la incertidumbre de más de mil brotes activos de Covid-19 en España. A ello se suma el estrés postvacacional que puede sufrir la población escolar tras meses alejada de las aulas por la pandemia. Según el experto en educación Zigor Maritxalar, CEO de Implika, «además de las circunstancias excepcionales de la situación sanitaria que vivimos, las atípicas vacaciones de este año y los cambios en la vida cotidiana que se han tenido que asumir, el inicio del nuevo curso puede resultar especialmente estresante para los alumnos».
Tras meses de parón y un regreso a las aulas con nuevas normas y protocolos sociales, resulta más fundamental que nunca tener en cuenta una serie de pautas para evitar, entre otros síntomas, cambios de humor, falta de energía y de concentración. En condiciones normales suele durar entre 3 y 21 días.
¿Cómo volver a clase sin estrés postvacacional?
Mentalidad abierta
Según evolucione la pandemia, los protocolos para regresar a la aulas sufrirán cambios. Tener mentalidad abierta para adaptarse a nuevas rutinas y modalidades de aprendizaje reduce el estrés. Algunas comunidades como Aragón, Castilla La Mancha, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra o el País Vasco ya contemplan la vuelta con distintos modelos educativos, presenciales, telemáticos o híbridos según avance la situación sanitaria. «La versatilidad y capacidad de los centros para adoptar modelos educativos híbridos supondrá un éxito para los estudiantes, que mejorarán su capacidad de gestión del tiempo, responsabilidad y autonomía», apunta Zigor Maritxalar.
Planificar tareas
Seguir una agenda de tareas diarias ayuda a distribuir de forma eficiente tanto los tiempos de estudio de cada materia como los de descanso y ocio. Para realizar una planificación óptima, el alumno debe conocer sus objetivos diarios de aprendizaje, así como sus horas de sueño, repaso, tiempo libre y ejercicio, algo vital para reducir el estrés y mejorar la concentración.
Establecer pautas
Volver a clase y hacerlo desde casa puede llevar a pensar que se dispone de más tiempo del que realmente se tiene y dispersarse entre la abrumadora oferta de apps y plataformas de aprendizaje. Establecer unas pautas de aprendizaje para los objetivos del alumno, y ceñirse a ellas, incrementa el nivel de productividad.
Recompensar el esfuerzo
Regresar a las aulas y mantener el rendimiento con las particularidades del nuevo curso requiere de un esfuerzo extra por parte de los alumnos. Un sistema de recompensas ayuda a motivarles y liberarles del estrés que generan estos cambios. «Pequeñas recompensas diarias cuando el alumno cumple sus objetivos de formación, pueden mantener su motivación con una eficacia superior al 70%», asegura este experto.
Aprendizaje divertido
La vuelta a clase implica retomar las obligaciones diarias y asumir la responsabilidad de no defraudar este curso, dos factores de estrés. Introducir el aprendizaje en momentos de ocio alivia la carga. Documentales, películas, programas educativos de televisión o vídeos de expertos en YouTube, refuerzan los conocimientos de forma amena y despiertan la capacidad de investigación y el pensamiento crítico.
Con estas claves este año la vuelta a clase será más llevadera para las familias, que en ocasiones tendrán que compartir espacios y tiempos de aprendizaje lejos de las aulas.