Atragantamiento infantil: todo lo que los padres deben saber si se enfrentan a una situación así

[ABC.es]

Ante los atragantamientos infantiles son muchos los padres que desconocen cómo actuar. Alicia Villar Arias, subdirectora médico del SUMMA 112 (Servicio de Emergencias médicas de Madrid, también 061), nos explica aquí cómo proceder, pero antes insiste en que hay que intentar evitar que esto ocurra siguiendo una serie de recomendaciones básicas.

La primera sería prevenir, y tener en cuenta que «enseñar a un niño pequeño a masticar bien la comida forma parte de nuestra labor como padres. En la mesa, prosigue, el momento de comer es el de comer, y debe ser un rato de placer en familia, sentados alrededor de la mesa, en agradable conversación. Es muy fácil que un trozo de comida se vaya a la vía aérea, y más si el menor no está quieto durante la ingesta. Por tanto, masticar bien, despacio, muchas veces y no incitarle a que coma corriendo». Y pone el ejemplo de la madre o el madre que le están dando un bocadillo a un niño mientras este va y viene por el parque. «Eso no se puede hacer. Hay que decirle: siéntate ahí un rato a merendar con tranquilidad, que después sigues jugando». Todo esto se debe hacer cuanto antes porque, añade, «con 8 años ya estaríamos llegando tarde. La educación es un gota a gota».

Alimentos potencialmente peligrosos

En cuanto a los alimentos más peligrosos, Villar destaca que «lo que ahoga es sólido y que no se deshace”. Es decir, prosigue, «un flan no ahoga, una palomita, sí…» . Y entre unos alimentos y otros, hay algunos más peligrosos para los niños pequeños, como son la manzana, la uva por tamaño, una salchicha cortada con forma de botón… Muchos padres lo desconocen pero, hasta los cinco años, siempre hay que cortar este alimento a lo largo».

En cuanto a cómo actuar si se produce el atragantamiento, Villar Arias distingue dos edades: el bebé lactante, hasta el año y el niño hasta los cinco años, aproximadamente. «Si nos encontramos con un atragantamiento, lo más habitual es que el atragantado comience a toser y que este mecanismo funcione. Al bebé no le podemos animar a toser, pero al niño un poco más mayor sí», diferencia.

Pero si después de toser persiste la obstrucción de la vía aérea, los pasos a seguir serían estos:

En el lactante, hasta un año

A estas primeras edades, señala esta profesional, «todavía podemos ponerle encima de una de nuestras piernas, siempre con la cabeza en un plano inferior al resto del cuerpo. Con el talón de la mano (que es más firme), entre las dos escápulas doy cinco golpes secos: Una, dos, tres, cuatro y cinco. A continuación, giro un poco su cabecita y miro a ver si ha salido algo a la boca. Si ha salido, problema solucionado».

Si no ha salido, prosigue Villar, «voy alternando. Le doy la vuelta al bebé y otra vez, con el talón de mi mano, hago cinco presiones torácicas, como hacemos con la reanimación cardiopulmonar. Una, dos, tres, cuatro y cinco. Y vuelvo otra vez a mirar la boca del niño» (ver el vídeo). «Así debemos continuar sucesivamente, hasta que lleguen los servicios de emergencia», concluye.

En el niño hasta los 5 años

En casos de atragantamientos más severos procederemos a practicar la maniobra de Heimlich. Para ello, nos pondremos de pie, detrás del atragantado, le abrazaremos colocando las manos a la altura de la boca del estómago, cogiendo un puño con la otra mano y haremos compresiones abdominales, dosificando la intensidad según el caso, que ayuden al paciente a expulsar el cuerpo extraño.

Carlota Fominaya

Fotografía: Unsplash

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