[ABC.es]
A medida que la actividad en línea se dispara y los cierres de colegios en diferentes países del mundo mantienen a millones de niños en el interior de sus hogares por culpa del coronavirus, también crece el uso de aplicaciones educativas a nivel global, así como las comunicaciones en línea, un 105% y un 65% respectivamente. Cifras muy por encima del aumento del tiempo que pasan los menores de edad con los videojuegos (30%), las redes sociales (20%) y las plataformas de entretenimiento (8%), según un análisis realizado por Qustodio, plataforma de seguridad y bienestar digital para familias, en los principales mercados en los que está presente (Italia, España, Francia, Estados Unidos y Reino Unido).
Al analizar cada país y pese a lo que se puede pensar, el informe demuestra que este crecimiento no depende de lo que hayan tardado los países en cerrar los centros educativos, sino en el grado de implantación que tiene la educación digital en los hogares. De hecho, Reino Unido, uno de los países que más tardó en cerrar los centros escolares para combatir el avance del coronavirus, ha registrado el mayor crecimiento de estas plataformas, un 200% con respecto al mes anterior. Italia, aun siendo el primer país en cerrar las escuelas en Europa, ocupa el segundo puesto, con un crecimiento del 160%. En Francia, donde las escuelas se cerraron hace dos semanas, la educación digital en el hogar aumentó un 76%. En España, a pesar de haber cerrado después de Italia, la actividad en la categoría de educación ha sido la que menos ha crecido, con un 40%, por detrás incluso de Estados Unidos, donde a día de hoy sólo 12 estados han cerrado escuelas.
El crecimiento en esta categoría lo lideran herramientas de enseñanza y aprendizaje establecidas, Google Classroom y Edmodo, y Duolingo, la plataforma de aprendizaje de idiomas.
España, líder en el uso de «apps» de comunicación
El confinamiento no ha reducido el contacto entre las personas, ya que el uso de herramientas de comunicación digitales como WhatsApp o Hangouts ha crecido más que nunca.
En este sentido, Qustodio ha comprobado un aumento del 75% en el uso de «apps» de comunicación por parte de los menores españoles durante el último mes. Así, España es el país analizado que registra un mayor crecimiento, por delante de Italia, Francia, Reino Unido (todos ellos con un 70%) y Estados Unidos (40%), algo normal si se tiene en cuenta que es el país con las políticas de distanciamiento social menos estrictas, por lo que la dependencia de estas herramientas digitales es menor. Sin embargo, una vez conectados, los estadounidenses son el grupo que permanece en las aplicaciones de comunicación por más tiempo.
«La actividad online ha cambiado en cuestión de días, con un tiempo de exposición a las pantallas disparándose en más de un 100% en plataformas educativas y de comunicación que hasta hace solo dos semanas no eran muy conocidas», destaca Eduardo Cruz, CEO y cofundador de Qustodio. «Aunque es emocionante ver que la tecnología se está utilizando para la educación de los más pequeños y para que no pierdan el contacto con sus amigos, es importante que las familias recuerden que incluso este uso de calidad de la tecnología también debe ser limitado para proteger la salud online de sus hijos«.
Por ello, Qustodio ha elaborado una serie de claves para ayudar a las familias a asegurar el buen uso de estos servicios:
Aplicaciones educativas. Estas herramientas están demostrando su valor y utilidad en este momento. Aun así, las familias deben saber qué apps educativas usan sus hijos y, lo más importante, si estas plataformas recogen datos personales del niño sin el consentimiento de los padres. Además, hay que limitar las horas que pasan los menores estudiando o haciendo tareas frente a las pantallas, ya que también deben dar un respiro a sus ojos y fomentar el movimiento físico.
«Apps» de comunicación. Al igual que pasa con las redes sociales, las familias tienen que saber perfectamente quiénes son las personas con las que sus hijos hablan en servicios como WhatsApp, Skype o similares. Y esta vigilancia no debe acabar en estas plataformas, ya que muchos videojuegos online tienen herramientas para chatear. Lo mejor es convencerles de que en Internet hay que hacer como en la vida real: no hablar con desconocidos y cuidar lo que dicen, ya que todo lo que se escribe en Internet queda ahí de forma permanente.
Desde Qustodio recomiendan a las familias definir junto a sus hijos los límites de tiempo frente a las pantallas asegurando así unas reglas claras, pero también una flexibilidad para que los propios menores alcancen una madurez digital.
S.F.
Fotografía : Unsplash